Ingredientes
Method
- En una olla grande, calienta el aceite a fuego medio-alto. Sazona las piezas de pollo con sal y pimienta y fríelas hasta que estén doradas por ambos lados. Retira el pollo y resérvalo.
- En la misma olla, añade la cebolla y el ajo. Sofríe hasta que la cebolla esté transparente.
- Si estás usando vino blanco, agrégalo ahora y deja que se reduzca a la mitad.
- Agrega la pasta de tomate y mezcla bien.
- Vuelve a poner el pollo en la olla. Agrega las zanahorias, papas, apio y la hoja de laurel.
- Vierte el caldo de pollo o agua hasta que cubra parcialmente las piezas de pollo. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego a bajo, deja cocinar a fuego lento.
- Después de unos 20 minutos, añade las arvejas y el pimiento rojo.
- Sazona con comino, sal y pimienta al gusto. Si es necesario, puedes agregar más caldo o agua durante la cocción.
- Unos 10 minutos antes de terminar la cocción, añade el choclo desgranado.
- Cocina hasta que el pollo esté tierno y las verduras estén cocidas.
- Sirve caliente acompañado de arroz blanco o como prefieras.
Video
Notas
- Corte del pollo: Si prefieres, puedes comprar pollo ya cortado. Sin embargo, puedes pedirle al carnicero que corte el pollo en piezas específicas o hacerlo tú mismo para tener piezas de igual tamaño y que se cocinen de manera uniforme.
- Sabor: El comino es una especia que añade un sabor distintivo al plato. Ajusta la cantidad según tu preferencia, pero ten cuidado de no excederte ya que puede ser bastante potente.
- Vino blanco: El vino blanco es opcional, pero aporta un sabor y profundidad adicionales al guiso. Si decides no usarlo, simplemente omítelo.
- Caldo vs Agua: Usar caldo de pollo aportará más sabor al guiso en comparación con el agua. Si usas caldo comercial, ten cuidado con el contenido de sal; es posible que necesites ajustar la cantidad de sal que añades al guiso.
- Cocción: Asegúrate de que el pollo esté bien cocido. Las piezas más grandes, como los muslos, pueden tardar más tiempo en cocinarse que las piezas más pequeñas.
- Verduras: Las verduras deben estar tiernas, pero no demasiado blandas. Agregarlas en etapas, como se indica en la receta, asegura que no se sobrecocinen.
- Acompañamientos: Tradicionalmente, el pollo a la olla se sirve con arroz blanco. Sin embargo, también puedes servirlo con quinua o yuca cocida si prefieres una alternativa.
- Decoración: Puedes decorar el plato con cilantro fresco picado o rodajas de limón para añadir color y sabor.
- Sirve caliente: Este plato se disfruta mejor cuando se sirve caliente, directamente de la olla.
- Variaciones: Si lo prefieres, puedes añadir otros vegetales como batata, maíz entero, o incluso frejoles.
- Hacer con anticipación: Si quieres, puedes preparar este plato un día antes y refrigerarlo. Los sabores se intensificarán y se mezclarán aún más con el tiempo. Solo asegúrate de recalentarlo bien antes de servir.