Receta de Salsa Bechamel
La salsa bechamel es una de las salsas madre de la gastronomía, utilizada en innumerables recetas que van desde lasañas hasta gratinados. En este artículo, te enseñaremos la receta definitiva de salsa bechamel con sus ingredientes y el paso a paso necesario para que te quede perfecta cada vez que la prepares. ¡Sigue leyendo y sorprende a tus seres queridos con tu talento culinario!
La salsa bechamel es una de las más deliciosas salsas que podemos utilizar en la cocina. Nuestras exquisitas croquetas, los canelones, la lasaña o las espinacas a la crema cuentan con esta salsa como uno de sus ingredientes básicos. Hoy voy a enseñarte a hacer salsa bechamel , receta definitiva para que te quede perfecta, sedosa y por supuesto sin un solo grumo, como si fuera una salsa de queso melosa.
Ingredientes para la Salsa Bechamel
Para hacer una perfecta salsa bechamel, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- Sal al gusto
- Nuez moscada (opcional, pero recomendable)
Estos ingredientes son simples, pero su combinación y la técnica utilizada son clave para lograr ese sabor cremoso y envolvente que todos amamos.
Cómo hacer salsa bechamel perfecta y sin grumos
Ahora que tienes los ingredientes listos, vamos a la parte divertida: la preparación.
- En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio.
- Agrega la harina y mezcla bien, cocinando por unos dos minutos para eliminar el sabor crudo.
- Vierte lentamente la leche, batiendo constantemente para evitar grumos.
- Continúa cocinando, removiendo hasta que la salsa espese y tenga una textura suave.
- Por último, añade sal y un toque de nuez moscada al gusto.
Qué hacer si salen grumos en la salsa bechamel
Lo primero sería intentar evitar que se formen grumos y para ello, es importante mezclar bien la mantequilla y la harina, formando una pasta o roux. El problema es que una vez tostado ese roux, solemos añadir demasiada leche y la diferencia de temperaturas y densidades, hace que se formen esos grumos difíciles de desleír e integrar en la crema bechamel.
Lo mejor es ir añadiendo la leche muy despacio, dejando que la harina absorba la leche antes de añadir más leche a la mezcla. Haciéndolo despacio, es muy fácil hacer la bechamel sin que quede un solo grumo, pero ¿qué hacer si se forman?
Mi abuela decía que había que empezar de nuevo, y y le veía apretando cada grumo con el dorso de una cuchara para deshacerlo en la leche. Hoy, con una batidora podemos resolver este problema en dos minutos. Basta volcar el contenido de la sartén, -leche y grumos- en el vaso batidor. Añadimos un poco más de leche y trituramos un par de minutos.
Después retornamos la crema -con una textura más espesa- a la sartén y seguimos cocinando la bechamel, añadiendo leche poco a poco y dejando que la bechamel espese hasta el puno deseado: más ligera para salsas de moussaka o canelones y más espesa para hacer croquetas y otras recetas similares.
En qué usar la salsa bechamel
Ahora que ya sabes cómo hacer la salsa bechamel con esta receta definitiva para que te quede perfecta, falta pensar en qué recetas puedes utilizarla. Mis favoritas como ya sabes son las croquetas, pero también resulta ideal para napar verduras y gratinarlas, para hacer mousaka griega, una clásica lasaña o para hacer un aperitivo muy original, las aceitunas a la villaroy, entre otras muchas aplicaciones.
Y ahí lo tienes, ¡una deliciosa salsa bechamel lista para usar! Puedes adaptarla a tu gusto, simple y deliciosa.
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